El pasado lunes tuve la oportunidad de asistir a un evento sobre economía social que prometía un debate enriquecedor sobre el paradigma de las empresas del tercer sector y su impacto en la sociedad actual. Sin embargo, lo que presencié fue más una exhibición de discursos de los que ya han conseguido asentar sus proyectos a través de muchos años de esfuerzo y sacrificio, mas que un verdadero intercambio de ideas.
El evento, tal como lo informa el reportaje oficia de El Diaro.es, estaba dando a conocer el trabajo de investigación hecho por la Fundación NexoEmpleo sobre el tercer sector y la economía social con un debate compartido entre los ponentes y el público sobre la importancia de la economía social en tiempos de incertidumbre económica. Sin embargo, lamentablemente, lo que presencié fue una serie de monólogos durante el debate y una ausencia total de interacción con el público.
Dña. Ana Carmona destacó que han subido un 600% las ayudas al tercer sector en CLM, mientras el público se pregunta y a quién se las han dado?
Aunque se mencionaron los desafíos que enfrentan las empresas del tercer sector, no se abordaron en profundidad y se discutieron desde la perspectiva que son las mismas entidades sin ánimo de lucro las que se ponen los obstáculos hacia el emprendimiento. Personalmente, traté de enriquecer el debate con una pregunta relevante:
«¿Se han incrementado las ayudas del gobierno a las entidades del tercer sector después de la pandemia?»
Sin embargo, la respuesta que recibí fue decepcionante. La representante del gobierno Dña. Ana Carmona excusó a los ayuntamientos y el gobierno en general afirmando que durante la pandemia estaban demasiado abrumados por el recuento de cifras de muertos por COVID-19. Una excusa que, aunque comprensible en cierta medida, no justifica la falta de acción en los años posteriores a la pandemia. Las entidades sociales continúan enfrentando dificultades y carencias, y la falta de respuesta adecuada por parte del gobierno es preocupante.
Este evento puso de manifiesto una realidad que a menudo pasa desapercibida: la necesidad de un diálogo genuino y acciones concretas para apoyar a las organizaciones del tercer sector. No basta con discursos bien intencionados; se requiere un compromiso real para abordar las necesidades de estas entidades que trabajan incansablemente por el bienestar de la sociedad para conseguir mejorar nuestra sociedad sin fines de lucro.
En última instancia, este evento me deja con la sensación de que hay mucho trabajo por hacer, aunque felicito a NexoEmpleo por la gran labor de recopilar los datos de su estudio en un libro «Lo Social Emprende» que compartieron con la audiencia, les insisto que debemos exigir más que simples palabras vacías de los que ocupan cargos en el gobierno; debemos insistir en acciones tangibles que respalden a quienes están en la primera línea de la economía social, trabajando día a día para construir un mundo mejor para todos.